lunes, 16 de agosto de 2010

El día a día en el internado


“What a day brings a day may take away” Thomas Fuller.
“Lo que un día trae, un día se lo puede llevar”.
Creo que ahora ya puedo decir que mi labor en el internado está cobrando sentido. Al principio, estaba un poco perdida, luego, seguía los horarios que me habían establecido y me limitaba a mis labores. A las 8:15 voy al internado y miro si todo está ordenado, tengo unas 5 niñas a las que tengo que controlar  especialmente el que se duchen todos los días, ordenen su balda y laven su ropa sucia diariamente. Son niñas que han venido nuevas este año y que no han adquirido todavía un hábito de higiene adecuado. Intento reforzar cada pasito que dan, diciéndoles que huelen muy bien y que se están convirtiendo en chicas mayores (aunque todas tienen entre 11 y 13 años). Luego, de 10 a 12 es hora de estudio y aunque al principio andaba pululando, ahora son ellas las que piden mi ayuda. Normalmente me piden ayuda para matemáticas o para algo de inglés (las mayores), o también para saber cómo se escribe o se pronuncia alguna palabra (las pequeñas). Como os comenté, las que están a la mañana en el internado son las que van al “Night school” y por lo tanto, te puedes encontrar con chicas que tienen 13 años y están aprendiendo a hacer divisiones, estudiando las tablas de multiplicar, etc.
Luego comemos con las hermanas a las 12:30 y tengo libre hasta las 15:20. Aprovecho para ir al Cyber y hablar con la ama, leer y descansar un poquito.
Cuando vuelvo a las 15:20, primero cierro la biblioteca que hemos empezado a abrir al mediodía para que las niñas puedan ir y leer o mirar los dibujos de los libros. Después es la hora del té y yo reparto las galletas o lo que tienen junto con el té. A esa hora están todas las niñas en casa y nada más tomar el té, las del “Night school” se van al colegio.
Las que se quedan en el internado, cada una tiene sus tareas de limpieza. Se limpia toda la casa (por segunda vez, porque las de la mañana también lo limpian) y a las 17:00 es la hora del estudio hasta las 19:00. Aquí también hago lo mismo que a la mañana.
Después, estoy con ellas hasta las 20:00 que cenan ellas y yo tengo la cena en el Hostel. En esos momentos, al igual que después de la cena, son los que ellas más se acercan, para hablar, para contar lo que les ha pasado con alguna otra niña o el dibujo que han hecho…Al principio, después de cenar solía ir a descansar pero ahora, suelo volver a ir al internado para ayudar en la enfermería (que es cuando se reparten las medicinas) y me quedo hasta las 21:30 que es cuando ellas se van a dormir.
Esta última semana, han enfermado varias niñas y me he dado cuenta que es enormemente gratificante estar y cuidar de ellas. Me encanta ponerles toallas mojadas en la frente, muñecas, tobillos y cuello para que les baje la fiebre más fácilmente, ponerles el termómetro, darles el paracetamol…y sobre todo, que sientan que no están solas dándoles un besito de buenas noches.
Claro está que las niñas que están al lado de la enferma también reclaman su besito de buenas noches…y empiezan a decir que les duele la cabeza. Sister Carmen ya me enseñó que en esos casos los masajes en la frente y cara funcionan y eso hago; cojo un poco de Nivea y les masajeo/acaricio la frente hasta que muchas se quedan dormidas. Hoy, estaba con dos que están enfermas y una de las que estaba cerca, me ha dicho que le dolía la cabeza también, la he llevado a su cama y le he dado el masaje, mientras hablábamos de su familia. Lo cierto, es que llevaba varios días acercándose sin pedirme el beso de buenas noches…pero hoy se lo ha llevado…Mientras tanto, una niña me ha dicho que otra, no podía respirar y que estaba llorando en la parte superior de la litera de al lado. Me he asustado y cuando he visto que tenía algo similar a un Ventolin (que no ha tomado) y que al acercarme la niña respiraba perfectamente también me he dado cuenta que lo único que quería era un poco de atención, sentirse única aunque fuera por un momento…
No quiero caer en el error de que siempre sean las mismas las que reciban los besos de buenas noches, por eso, intentaré que durante mi estancia, aunque sea por unos minutos, cada una tenga su momento de poder hablar y de recibir un poco de cariño, cariño material, que se traduce en abrazos y caricias en la frente. Eso que todos necesitamos; bebés, niños, adolescentes, adultos, ancianos, mujeres y hombres…y tantísimo nos cuesta pedir tanto en Euskal Herria como en la India. Hoy he aprendido que en el lenguaje de Regina Pacis, el dolor de cabeza o el no poder respirar significan “quiero que me dediques un poquito de tiempo”.
Besarkada bat denontzat,
Edurne



3 comentarios:

  1. Gracias por compartir estos momentos Edurne, estoy completamente de acuerdo contigo, el lenguage de Regina Pacis es el lenguage del corazón, ese que se respira en cada rincón, en cada persona, ese que enriquece y llena la vida..., y que solo hay que abrir un poco los ojos... del corazón... para saber escuchar. Keep in touch... Muchas gracias por todo.
    Anabel

    ResponderEliminar
  2. aupa Eduerne! zm zabiltz? oso politte idatzi dezuna, ta ados nao zurekin. Pentsatzet neska askok esangoizubela buruko, tripeko, o nik eztakit nungo miñe daukebela bakarrik zure atzentzizue erakartzeatik, bañe hori normala da ez? Gañea nahi gabe ertetzeizu kariño pixket ematie. Bueno guapa, ba ondo ondo segi! muxu bat!
    Ainara.

    ResponderEliminar
  3. The 1st day I used the Back2Life machine, I actually felt discomfort, worse back discomfort, along with the
    manual said which is not unusual. If ice is your vice, it is
    possible to both fill a Ziploc bag with ice and wrap it inside a towel.



    Also visit my blog teeter hang ups *c4.4e.7aae.static.theplanet.com*

    ResponderEliminar